Internacional

Biden no corría ningún peligro al visitar Ucrania, afirma Rusia

Moscú. La aparición del inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden, durante cinco horas en Kiev este lunes, bajo el estrepitoso sonido de las alarmas antiaéreas y sin ningún asunto que tratar cara a cara con su anfitrión, el presidente Volodymir Zelensky, más allá de simbolizar con su presencia el irrestricto apoyo de Estados Unidos a Ucrania, tomó por sorpresa a todos, pero tuvo dedicatoria especial a un espectador, el titular del Kremlin, Vladimir Putin, la víspera de que éste presente su tantas veces pospuesto informe de gobierno ante el Parlamento ruso.

Según adelantó el vocero del mandatario ruso, Dimitri Peskov, Putin centrará este martes su informe ante los legisladores de la Duma y el Senado en la “operación militar especial” y seguramente se referirá al viaje sorpresa de Biden a la capital ucrania en los mismo términos que ya lo han hecho numerosos comentaristas que se mueven en la órbita del Kremlin: como una innecesaria provocación y la enésima confirmación de que Estados Unidos es parte de esta guerra.

Dimitri Medvediev, subsecretario del Consejo de Seguridad de Rusia, publicó de inmediato en las redes sociales que el viaje de Biden no es ningún acto de valentía, pues no corría ningún peligro:

«Biden, tras recibir de antemano garantías de seguridad, viajó finalmente a Kiev. Prometió muchas armas y juró lealtad hasta la tumba al régimen neonazi», anotó el también ex presidente de Rusia en su canal de Telegram.

«Y, por supuesto, hubo conjuros mutuos de victoria que llegaría con las nuevas armas y gente valerosa», añadió quien se desempeñó asimismo como primer ministro, siempre a la sombra de Putin como leal colaborador desde los lejanos tiempos de la Universidad de San Petersburgo.

En el lenguaje de Medvediev cargado de insultos, Biden es “el anciano del otro lado del océano” y el gobierno ucranio la “banda de drogadictos de Bankova”, nombre de la calle donde están ubicadas las oficinas de Zelensky.

Más mesurado se mostró el vicepresidente del Senado, Konstantín Kosachov, para quien la visita de Biden “se inscribe en las elecciones de 2024” en el sentido de que viajó a Kiev “a exigir a Zelensky lo antes posible una prueba de éxito en el campo de batalla”.

El politólogo de cabecera del Kremlin en los programas de la televisión pública, Serguei Markov, propuso esta explicación de su cosecha:

“Biden visita Kiev no por ser muy valiente, sino porque su enemigo Putin es honesto y civilizado. Biden puede viajar a Kiev con toda tranquilidad ya que sabe que Putin cumple su palabra y nada le va a pasar. Y Putin no visita Donietsk porque todo el mundo sabe que en Kiev gobiernan unos terroristas que tratarían de matarlo a cualquier precio, incluso inundando de bombas Donietsk, sin importar que mueran miles de personas. Por eso la visita de Biden a Kiev demuestra que Rusia tiene razón y está del lado del Bien contra el Mal”, escribió Markov igualmente en Telegram.

Los Z-blogueros, como se conocen los comentaristas que apoyan la guerra en las redes sociales y se identifican con la última letra del abecedario latino, símbolo de la invasión, coinciden en restar importancia al viaje de Biden. Así, Boris Rozhin, que se presenta como experto de un centro de periodismo político y militar, dice que “Biden pudo aparecer en Kiev debido a que nadie tenía la intención de dispararle, igual que a Zelensky”.

Y una de las voces más radicales del sector belicista, Igor Guirkin, quien en 2014 como jefe de seguridad del consorcio del magnate Konstantin Malofeyev entró desde Rusia con un destacamento armado para iniciar el levantamiento de la población en Donietsk contra el gobierno de Kiev y luego cayó en desgracia, escribió que “no me sorprendería que lleven al abuelo (Biden), que sólo sirve para participar en torpes provocaciones, hasta Bakhmut. Total, nada le pasaría tampoco ahí”.

(Autor: La Jornada)

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