Análisis

Raspando Muebles… Por: Mario López Berrelleza

>> Siempre hay un momento para irse con dignidad…

Insostenible es ya la presencia del Secretario del Ayuntamiento de El Fuerte Edgar Adair Espinoza para sus compañeros de palacio, así como para las fuerzas políticas en su conjunto, así como también para el buen funcionamiento del propio ayuntamiento.

Y la gota que derramó el vaso fue el hecho tan lamentable sucedido el fin de semana pasado con unos ex policías venidos de todos los municipios del estado para exigirle «cuentas» al alcalde Gildardo Leyva Ortega.

Bien, y, ¿el secretario que hizo al respecto? Fácil, en igual de poner orden fue el encargado de provocar más el desorden, porque el fin era en si mismo el desorden, cansado y hastiado de ser ya el patito feo de la administración municipal, de ser ya un alma en pena que vaga solo por los pasillos de palacio sin siquiera ser acompañado por su sombra, caído de la gracia de quien lo impuso y de funcionarios a quienes encandiló para convertirlos en sus secuaces a la hora de asaltar el poder político, en un municipio que le abrió las puertas para como mínimo, tener una vida decorosa y un entorno económico digno para su familia.

Pero no, el señor lleno de soberbia y egolatría en igual de respetar jerarquias y sobre todo, ser leal a quien lo trajo de tierras algodoneras se sintió súper poderoso al engañar – en primera instancia- a mercanchifles que también participan por primera vez como funcionarios de una administración municipal, engañados los pobres de que estaban ahí por el poder de él y no del alcalde Gildardo Leyva, quien con suma paciencia a aguantado a pié firme a tan infame sujeto.

Desde mucho antes de llegar a la alcaldía le adverti al alcalde -por la amistad que nos profesamos de hace muchos años- de evitar nombrar a alguien que no se merecía ser el depositario del poder político y el tiempo me ha dado la razón, cuando usted ve a un tipo presumido, ególatra, falto de valores éticos y con un pasado negro en su paso por el Ícatsin y otras dependencias estatales.

En si, siempre en la vida Edgar Adair Espinoza hay un momento en el cual todas las señales te dicen que es tiempo de irse por la puerta de enfrente con un mínimo de dignidad y decoro y no esperar e irse por la puerta de atrás arrastrando con la honra y un descrédito ganado a pulso, sirve y ya entrado, te llevas contigo a la bola de soplones que tienes en varias dependencias y de esa forma, dejan de hacer daño en grupo y ya de paso, con tu acción, dejas chiflando en la loma al niño Verde fuertense para que se lama sus heridas allá en la soledad de La Galera, porque El Fuerte no se merece tener servidores públicos de tan ínfima categoría, como si El Fuerte no hubiese tenido bastante malos ratos a lo largo de su historia.

Creo Edgar Adair, que te faltó ilustrarte antes de tomar protesta del cargo para no repetir la misma historia de anteriores administraciones y además, haber llevado un curso intensivo de ética y valores morales que te hicieron buena falta.

A veces, la soberbia y la ignorancia supina son malas consejeras muchacho.

>> Una vez más… El sábado anterior el presidente de México una vez más vuelve a llenar el zócalo de la ciudad capital como si llenara un salón de eventos cualquier político opositor y que batallan para llenarlo, por cierto.

Andrés Manuel López Obrador cuando era un simple ciudadano se dio el lujo de llenar la plancha del zócalo centenas de veces a lo largo de más de 30 años de historia política en el país y hoy como presidente con la cintura en la mano lo hace las veces que quiere por una sencilla razón, ha luchado desde abajo y se la ha partido desde abajo, sabe como llegarle a la gente y sabe los sentimientos de la mayoría de los mexicanos, algo que lo hizo saber en su discurso en el que palabras más palabras menos recalcó que con el pueblo todo y sin el pueblo nada, en síntesis; AMLO pasará a la historia como el único presidente de México que llenó el zócalo las veces que quiso y no únicamente cuando se daba el grito de independencia como sucedió con los anteriores gerentes que tuvo el país.

>> Que siempre no… Y después de la catorriza a cartonazos que le brindaron la mayoría de los Moneros a la “indígena” más “indígena” del país, Xóchitl Galvéz reconoció que no es indígena, es mestiza como la amplia mayoría de los mexicanos.

Por ella corre sangre indígena como a millones de mexicanos, pero es mestiza, porque su madre no era indígena, era su padre y sus abuelos y punto.

Dicho esto, el teatro se le vuelve a caer no a Xóchitl –a quien se le caen sus teatritos a cada rato- si no al rastrero de Claudio Xoconostle González Garrido, el mero papá atrás de la imagen de la senadora de la botarga y sí querido lector, si usted le apuesta a esta dama le está apostando a los buitres que hoy les falta su carroña de miles de millones de pesos que salen de los impuestos de millones de mexicanos que les han dejado de llegar a sus alforjas porque AMLO los trae a raya, así que usted sabe.

Es cuánto.

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